Nardo rojo
El Nardo Rojo representa no solo un proyecto más, sino un desafío personal ya que se convierte en el nuevo hogar de nuestro estudio. Después de 30 años, nuestra oficina anterior ya no se hizo eco de nuestro espíritu en evolución. El diseño de este proyecto tuvo que dejar de lado las tendencias efímeras para evitar la obsolescencia prematura y, en cambio, anclarse en el atractivo atemporal que captura nuestro espíritu como arquitectos contemporáneos.
Ubicado en un lote singularmente triangular de 280 m2 en Guachipelín, Escazú, Costa Rica, el proyecto acomoda hábilmente nuestro espacio de oficinas, dos apartamentos de alquiler y un mínimo de siete espacios de estacionamiento, de acuerdo con los mandatos municipales. El diseño compacto y eficiente optimiza el espacio, logrando un delicado equilibrio entre estética y funcionalidad.
Los principios de diseño que superan la prueba del tiempo forman la base de la filosofía de nuestra firma, y estos se reflejan poderosamente en el Nardo Rojo. El diseño fomenta la fluidez entre los espacios, fomentando un potente vínculo entre el interior y el exterior. Un enfoque dedicado a la respuesta bioclimática refuerza la sostenibilidad del edificio, mientras que un alto grado de orden espacial garantiza la eficiencia operativa.
El lenguaje arquitectónico de Nardo Rojo es minimalista pero profundo, con un enfoque específico en la ética de los materiales. La honestidad del acero expuesto contrasta con la calidez de la madera, logrando un equilibrio que es estéticamente agradable y éticamente sólido.